Rumanía está muy descontenta con las palabras de un periódico italiano, donde llama al entrenador rumano de Shaktar Donetsk gitano. Esta palabra no es agradable para los rumanos, porque no quieren ser considerados como gitanos. Por supuesto hay gitanos en Rumanía, pero son una minoría. Es normal que Rumanía no quiera ser considerada como un pueblo gitano, porque eso sería mentir. Italia siempre ha tenido una mala relación con los gitanos y es un país que vive en la sombra del racismo, homofobia y demás actitudes bastante lamentables.

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El entrenador rumano, campeón de la Uefa ha destacado que la expresión «rumano del banquillo», se usa cuando un entrenador entrena a varios equipos, por lo que en Italia es normal, pero es extraño que usen la palabra gitano en esa expresión. De todos modos no ha sentado nada bien estas palabras en Rumanía, donde están siempre alerta contra cualquier palabra que pueda significar un insulto para el pueblo rumano. Se respeta a los gitanos, pero si alguien no lo es, no tiene que ser llamado como tal.

Los italianos siempre han tenido enfrentamiento con los gitanos, que no son personas muy bien vistas en este país, por lo que no me extraña que tengan este tipo de expresiones, creyéndose un país mejor que el resto. La indignación de muchos rumanos es grande, ya sean o no aficionados al fútbol, porque la mayoría no quiere ser considerado como un gitano y es algo comprensible porque a ninguna persona le gusta que le llamen algo que no es y mucho menos que se piense que todo el país rumano está lleno de gitanos.

¿Te indigó que llamaran gitato a Lucescu?

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